Las estructuras son elementos constructivos cuya misión fundamental es la
de soportar un conjunto de cargas, que podemos clasificar como sigue:
1- Peso propio
2- Cargas de funcionalidad
3- Acciones exteriores varias
2- Cargas de funcionalidad
3- Acciones exteriores varias
En el apartado 1 de peso propio incluiremos las cargas de la estructura que
son especialmente significativas en las estructuras de hormigón armado y las
cargas reológicas, que provienen del proceso de fraguado del hormigón.
En el apartado 2 incluiremos las cargas que actúan sobre la construcción de
la que forma parte la estructura en cuestión, por ejemplo los objetos y
personas que van a estar en la construcción.
En el apartado
3 nos referimos a la temperatura (dilatación-contracción), el viento, la nieve,
sismos, etc.
Vemos que las cargas que pueden actuar sobre una estructura son muy
variadas y pueden darse una serie de combinaciones entre ellas, debiendo la
estructura soportar la combinación más desfavorable.
Hemos utilizado anteriormente la palabra soportar, pero en teoría de
estructuras, en el contexto que se ha utilizado en la frase, el sentido de tal
palabra hace referencia a tres aspectos:
1- Estabilidad
2- Resistencia
3- Deformación limitada
2- Resistencia
3- Deformación limitada
Vamos a comentar, de una forma muy general los aspectos anteriormente
enunciados. Así:
La estabilidad de una estructura es la que garantiza
que dicha estructura, entendida en su conjunto como un sólido rígido, cumple
las condiciones de la estática, al ser solicitada por las acciones exteriores
que pueden actuar sobre ella. La resistencia es la que obliga a que no se
superen las tensiones admisibles del material y a que no se produzca rotura en
ninguna sección. La deformación limitada implica el que se mantenga acotada
(dentro de unos límites) la deformación que van a producir las cargas al actuar
sobre la estructura. Estos límites van marcados por la utilización de la
estructura, razones constructivas y otras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario